Robos en las zonas comunes
Según el Ministerio del Interior, cada día se registra una media de 150 robos en viviendas y urbanizaciones. Y los campos de golf son, parece ser, el nuevo objetivo.
Para poder hablar de los robos en las zonas comunes de los edificios de habitación, es importante definir cuáles son las zonas comunes de las comunidades de vecinos y urbanizaciones. Y te enseñaremos algunos métodos para poder salvaguardarse de robos en ellas.
El Código Civil, en el artículo 396, las define como:
- Suelo, vuelo, cimentaciones y cubiertas;
- Elementos estructurales:
- Fachadas terrazas, balcones y ventanas;
- El portal, escaleras, porterías, corredores, depósitos, contadores, telefonías u otros servicios o instalaciones comunes, aunque sean de uso privado.
Cada vez se potencian más las zonas de uso común frente a aquellas de uso individual, y cada vez son más grandes y con un mayor número de viviendas. Las nuevas urbanizaciones y Comunidades de Propietarios tienen un gran número de zonas para el uso común (gimnasios, piscinas, parques infantiles, salas de reuniones o fiestas, lavandería…). Y es tan importante establecer normas para el uso como protegerlas.
Una de las soluciones para proteger las zonas comunes son las de acceso seguro, y sirven para identificar a cada usuario en los distintos accesos a la Comunidad de Propietarios. De esta forma sólo se permite la entrada a las personas autorizadas y se impide el acceso a intrusos. Los ladrones u okupas acceden a las zonas privadas habitualmente (viviendas o trasteros) a través de las zonas comunes, como portales o puertas de garajes.
Si el sistema de acceso funciona mediante el uso de dispositivos personalizados e incopiables, como el caso de los de Protectum, se pueden gestionar de manera individualizada, pudiendo otorgar permisos a distintas zonas a cada usuario o en diferentes franjas horarias. De esta forma se limita con éxito el acceso a algunas instalaciones como pueden ser el cuarto de contadores y otras de carácter más sensible, sólo a aquellas personas que estén autorizadas o se puede permitir el acceso a la piscina sólo en el horario en el que el socorrista esté de servicio.
Los problemas más comunes en las zonas comunes son los pequeños actos de vandalismo y hurtos. Entre los actos de vandalismo encontramos los destrozos que puedan ocasionarse derivados al acceso fuera del horario de apertura o realizando actos irresponsables. Ya en el caso de los hurtos encontramos los de bicicletas y otros accesorios, juguetes o material técnico que suelen guardarse en los garajes. A veces, los ladrones no sólo están interesados en las bicicletas, sino también en otros objetos de valor más personal, como la correspondencia. A través de la correspondencia robada acceden a datos personales, como cuentas bancarias. Si consiguen tener acceso a nuestro DNI y a la cuenta bancaria que aparece en alguna de las facturas que se reciben en casa, podemos decir que es bastante fácil usarlas para cometer delitos online. También se roban latón, cobre, bombillas, leds, extintores, garajes, catalizadores, matrículas, documentación y baterías.
Un buen sistema de seguridad tanto en las zonas comunes como individuales como el de Protectum, nos evitará muchos dolores de cabeza.